Incansable en su lucha por promover la aceptación social de animales –y personas– con discapacidad, Ann González es el corazón y motor de Proyecto Nala, y la voz –y el salvavidas– de los animales que forman parte de nuestra manada.
Si bien su labor es aplaudida –y seguida– por muchos, Ann tiene en sus manos toda la responsabilidad y el esfuerzo que supone atender diariamente a 38 perros y gatos, en un país donde faltan los recursos y sobran las limitaciones. Además, Ann fabrica las sillas de ruedas, graba los tutoriales para ayudar a otros, responde las preguntas técnicas de quienes hacen las sillas en casa, y es la embajadora de Proyecto Nala en las redes sociales.
La compasión y el interés de Ann por los animales con discapacidad motora se despertaron en un momento muy particular y traumático de su vida. Peluquera canina de oficio, tuvo que dejar su trabajo luego de que un disparo durante un robo la dejara sin poder caminar por un año. Una bala en su pie derecho puso a Ann al borde de la discapacidad permanente y, paradójicamente, también la puso en el camino que desde entonces transita con paso firme: el cuidado de animales con limitaciones motoras y la fabricación de sillas de ruedas para mejorar su calidad de vida.
Ann –y la manada que hace vida en Proyecto Nala– son ejemplo de resiliencia ante la adversidad, de segundas oportunidades, de cómo la voluntad y la acción pueden cambiar la vida de uno… y de muchos, tanto de humanos como de animales.
Únete a Ann –y a Proyecto Nala– y ayúdanos a seguir ayudando.
